Hace tiempo que estoy muerta.

Dejé de vivir hace tiempo.
Mi corazón late, pero yo no vivo.
Mis pulmones respiran, pero yo no vivo.
Como quien está ausente, solo, perdido.

Mis ojos lloran y mi boca sonríe.
Caigo y todo pasa muy rápido.
Miro, no hay nada. No hay nadie.
Sigo cayendo.

Una oscuridad infinita que cae sobre mi alma.
Una niña que se va para no volver.
Sueños que se rompen.
Ojos que la realidad no dejan ver.

Mente que gobierna
cuerpo que obedece.
Susurros que matan
voces que mienten.

Se cierran las puertas
se cierran las ventanas
y la boca también.

Se cierra el corazón
se cierra el alma
y los ojos también.

Todo se cierra
nadie puede entrar.
Sólo habita la soledad
y la resignación.

Que si la muerte se presenta
no se le va a negar la entrada.
Que si el sentido se quiere ir de la vida
no se le va a rogar nada.

Así sin más,
porque hace tiempo
que no hay vida en este cuerpo
que no hay vida en este alma.
Ya hace mucho tiempo 
que a esto no se le puede llamar "vivir".