es un abismo que camina
un hoyo negro que sólo traga luz
Sus ojos dos sorbos de agonía
su voz un silencio aburrido
no la mires
no la escuches
no hay nada que escuchar
Clavículas como puentes
desde los que suicidas se lanzan
al vacío de su pecho
Paréntesis que caminan
encierran verdades peligrosas
que analfabetas superficiales nunca podrán leer
Algo duerme
debajo de corteza fina
palpita débil un grito escondido
Sus estaciones eternamente frías
las hojas siempre caen secas
nada escrito en el dorso del papel
fuerzas nulas para contar lo nunca dicho
las arañas tejen en su vientre
y afilan en sus muñecas los colmillos
arrinconada en las penumbras
suspira moribunda
y si te le acercas
cuidado
que su oscuridad contagia
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