Ella también llueve.

El cielo llora y todos lo ignoran

apuntan al cielo con paraguas negros

para que las lágrimas no los mojen

y así nunca se percatarán 

de que las nubes andan tristes

Sólo ella se da cuenta

y consuela al cielo

baila descalza en la calle

con el pelo suelto

A ella no le importa empaparse de tristeza

y es que ella sabe muy bien lo que es llorar

nublarse y que tus ojos no aguanten el peso del dolor

y sin querer estallen 

y lágrimas patinen sobre tus mejillas

Ella baila mientras el chaparrón inunda

baila, ríe y gira

alegre y positiva 

y es que sabe muy bien que la lluvia no es para siempre

que los grises y negros muy pronto

se convertirían en azules y celestes

Y así, entre giro y giro

salto y salto

asoma brillo entre la espesura

el cielo sonríe

con su sonrisa colorida

violeta, amarillo, naranja

azul, verde y rojo

Ella inclina la cabeza hacia atrás

y en sus ojos se refleja un arco iris

y se va, sumergiendo sus pies en charcos

y con paso torpe llega a su casa

A oscuras en su habitación

al caer la noche y con las persianas cerradas

se vuelve gris, se vuelve cielo

y unas nubes negras espesan su alma

Pero el techo tapa las estrellas

y así ni siquiera el cielo puede verla 

sola, tan sola

se le derriten los ojos sobre la almohada

pero no se preocupa

porque sabe muy bien

que el llanto no es eterno

y que su boca se curvará pronto

aunque no haya quien le baile descalza y con el pelo suelto

aunque apunten hacia ella los paraguas negros

y aunque ningún cielo le regale consuelo

su boca curvará de todos modos
y saldrá a bailar para consolar cielos
por más que esa curva en su rostro
sea como el final triste
de un peligroso y silencioso cuento.