Carta para el Sr. Gracioso.

                                                                                                                                 01 de Mayo del 2013.

No querido Sr. Gracioso:

                                       No sé si has notado que cuando estamos juntos y haces una de tus bromitas ya gastadas el único que se ríe eres tú. No, estoy segurísima de que no lo notaste. Estás muy ocupado riéndote de mí con tu ego por el cielo y tu insensibilidad a flor de piel. 

¿Sabes? Antes solía esbozar una sonrisa cada vez que hacías tus típicos chistes, para engañarme a mí misma y hacerme creer que te reías conmigo y no de mí. Pero el hecho de que tus estúpidas bromas ya sean una rutina de cuando nos vemos, me está cansando. No alcanzas a decirme "hola" y ya escupes una de tus 'graciosas' frases. 

Ouch, no te das una idea del dolor que causás en mí. Solía aguantármelas, pero ahora la acumulación de insultos que podría largarte (pero que no hago porque... realmente, no sé porqué no lo hago, te vendría bien una buena paliza) se expulsan de mi cuerpo en forma de lágrimas.

Me pregunto qué sentirías si te dijera que eres el culpable de que cada vez encuentro menos belleza en mí y empiezo a detestar cada cosa que me compone. Supongo que ni te importaría.

¿Es que alguien te ha molestado durante mucho tiempo y ahora quieres descargarte conmigo (no sé porqué justo conmigo) para que vea lo que se siente? Lamento decirte que si te han convertido en un tipo insensible y débil que no se siente bien consigo mismo, hasta acá llega la cadena. No me convertirás en una tipa insensible a mí y mucho menos débil. Cada vez que estás a mi lado, mi autoestima se disminuye en un %100. Me siento tan estúpida, inútil, fea. ¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que hubo un tiempo en el que yo te di todo lo que querías. Me entregué a ti.
No sé en qué estaba pensado. Me arrepiento tanto...

Me usaste. Me hiciste creer que era la chica que querías y ahora te burlas de mí. Bien que antes decías que era linda y que tenía 'atributos sexys'.

Te parecerá una tontera, pero a mí esto no se me olvida nunca. Las cosas que me dijiste y las cosas que me dices quedarán retumbando en mi cabeza quién sabe hasta cuándo. No quiero decir que me has dañado psicológicamente, cosa que es muy probable pero que no quiero admitir. Sólo quiero decir que ya es suficiente. Ya para. Basta. Tus bromas no son para nada graciosas. Sé que te encanta humillarme, pero ya no más. 

"Antes de criticar, es mejor usar un espejo y no una lupa."

                                                                                      Atte: Srta. Humillada.